Quizás algún día aprendamos a ordenar nuestras prioridades en la vida para así preocuparnos de lo verdaderamente relevante, dejando a un lado todos aquellos vicios, sentimientos y acciones que no llegan a ser más que unos simples capítulos irrelevantes dentro de esta larga historia. 
Nos harán perder un valioso tiempo que quizás pudiéramos haber dedicado a encontrarnos a nosotros mismos.